Decía de ella, concretamente, que catalogó el Día de Muertos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2007. Bien, hasta aquí las memorias. Ahora toca hablar de un tema que seguramente muchos desconocíais -sí, vale, lo admito; yo también hasta hace poquito, hasta que confluyeron un par de circunstancias-.
En fin, hoy os traigo información sobre el Patrimonio Cultural Subacuático. La propia UNESCO define este patrimonio como el conjunto de rastros de existencia humana que estén o hayan estado bajo el agua, total o parcialmente, y que tengan carácter cultural o histórico.
Entendemos por patrimonio cultural subacuático pecios -restos de naufragios-, ruinas o asentamientos humanos, paisajes subacuáticos, cuevas o pozos sumergidos y trazos de explotación marina.
Parece una perogrullada, pero el patrimonio subacuático es cada día más accesible desde que Jacques Cousteau, quien ya ha sido mencionado en este espacio, inventara en 1942 la escafandra subacuática. Precisamente a partir de esta fecha, la humanidad toma conciencia de la necesidad de preservar aquella parte de sí misma que parecía haberse perdido para siempre.
Fijaos qué cosa tan curiosa: en la Convención de la UNESCO de 2001, se estipuló como prioritaria la preservación in situ; es decir, sobre el mismo lugar en el que se encuentre el objeto, paisaje o construcción sobre la que se ha de trabajar. Sólo si el dicho patrimonio se halla en peligro a causa de factores naturales o humanos, puede arrojar más luz a la ciencia o sirve para concienciar al mundo sobre la necesidad de preservar los rinconcitos del mundo, se rescata. De hecho, resulta mucho más barato trabajar bajo la presión constante de las grandes masas acuáticas, que sacar el objeto del fondo.
Pero no podemos hablar de protección y conservación sin saber cuáles son las principales amenazas contra nuestra herencia subacuática. Concretamente, la creciente accesibilidad, el saqueo -muy ligado a la accesibilidad-, la construcción, la pesca de arrastre, erosión, aparición de hongos -y otras causas de origen biológico- y otras amenaza de carácter químico que favorecen la corrosión.
El propio organismo, dependiente de la ONU, algunas rutas de buceo que pueden visitarse en su espacio web. Incluso ha establecido una serie de normas éticas a modo de código deontológico para la actividad submarina y el respeto al patrimonio y a la naturaleza.
En fin, concluyo con la reflexión de que el mar es como un gigantesco museo de historia natural y humana; si alguien quisiera entender la historia de los viajes, tendría que visitar las profundidades, los abismos azules...
Vídeo de la Convención de la UNESCO para la
Proteción del Patrimonio Cultural Subacuático
Proteción del Patrimonio Cultural Subacuático
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