viernes, 9 de noviembre de 2012

Estampas de viajes: Noticia para el Día de Difuntos

Atrás ha quedado el Día de Difuntos y, con él, dos bonitas entradas en las que hacíamos un recorrido por las distintas forma de celebrar este día en algunos países del mundo, y otra en la que aprendimos más sobre un personaje peculiar, de suma importancia para el mundo anglosajón.

Hace un par de días, preparando nuevas entradas y revisando lo publicado en otro blog, me acordé de que escribí esta Noticia para el Día de Difuntos...apareción en noviembre de 2011 en "Nuevas Letras". Aquí os la dejo...

"Hola a todos:
Como sabéis, ya ha pasado la Noche de los Santos y los Difuntos, que viene celebrándose como Halloween en buena parte del mundo.

Estas noches son, como también sabéis, algo más que especiales. Hay quien las califica de mágicas, aunque con un tinte mucho más tétrico, mucho más macabro.

Existen numerosas historias que narran espeluznantes hechos acaecidos entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre. Historias que helarían la sangre de cualquiera, incluso de los más valientes.
Son historias que, ciertamente, inquietan, aterran y causan curiosidad a partes iguales. Las hay en todos los países y en todas las épocas. Son historias que enfrentan al ser humano con sus mayores temores, con su pasado, con su futuro… Historias propias de una noche en la que las ánimas de quienes nos dejan, cobran forma y nos traen mensajes de un mundo que nos aguarda irremediablemente. Italia no es una salvedad.

El otro día, mientras leía los periódicos, me topé con asombro con esta historia que he decidido traduciros para que podáis conocer los terroríficos hechos que tuvieron lugar en la ciudad de Roma. No pretendo alarmar a nadie. Mi única intención es reproducir la verdad; y sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas…

Roma, 2/11/2011

Mario Scupolli, Corriere della Sera.

¿Y CÓMO ESTÁ LA FAMILIA?

Sí, señores. La noticia de la que se hace eco hoy el Corriere della Sera es, cuanto menos, inusual y escalofriante, no apta para corazones delicados ni nervios sensibles.
Un servidor se ha desplazado hasta Via dei Prefetti, donde vive la familia de Claudio P., un joven estudiante de Psicología en la Sapienza de Roma, para desvelar el dolor desgarrador que sufren todos los miembros de la familia desde que, en vísperas de la festividad de los Santos, recibieron la más insólita de las noticias.

Todo comenzó en diciembre de 2010, cuando Pietro P., hermano menor de Claudio, dejó este mundo para siempre en un brutal accidente cuando viajaba de Nápoles a Catanzaro, donde se reuniría con su novia, estudiante de dicha ciudad. Desde entonces, la vida de la familia no ha sido la misma, y todos parecían haberse sumido en la peor de las angustias, especialmente el joven Claudio, a quien su hermano estaba bastante apegado.
Mas por sí, la noticia no tendría nada de escalofriante de no ser por lo sucedido en la mañana del 1 de noviembre de este año, cuando el joven Claudio decidió rencontrarse con una amiga ausente durante los últimos tres años.

La joven, que no ha querido que sus datos trascendieran a los medios, se citó con Claudio en Piazza Navona sin tener idea alguna de lo ocurrido un año antes en una vieja carretera secundaria al sur de Italia.
Así, según nos cuenta un destrozado Claudio, la joven dio los usuales dos besos y afirmó haber visto la tarde anterior al hermano fallecido. ¿Una broma de mal gusto? Todo indica que no.
Al parecer, la joven estaba bastante bien informada de la vida de Claudio y su familia ya que, según el propio Claudio, había mantenido una larga conversación la noche anterior con el ánima del difunto.
“Aseguró que vio a mi hermano algo extraño, como nervioso por una razón no llegaba a comprender […] Cuando le pregunté cómo vestía, me lo describió con la misma ropa con la que murió”. Entre sollozos, el joven nos explicó que su hermano había preguntado por el estado de la familia, especialmente por el de su “querido hermano, al que hacía días que no veía”. Según nos cuenta, a la joven le pareció una pregunta bastante extraña, por lo que optó por reír. En ese momento, nos dice, el supuesto espíritu del difunto arrancó en lágrimas y se fue corriendo.
Este diario ha tratado de entrevistar a la joven, pero ésta se ha negado tras afirmar que lamenta enormemente haber abierto las heridas de la familia, y asegura encontrarse muy asustada ahora que ha conocido la verdad”.

Esa fue la noticia. En ella había una fotografía de Claudio sosteniendo un retrato de su hermano menor, que no reproduzco aquí por respeto a la familia. Descanse en paz".

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