martes, 19 de junio de 2012

Granada: Dónde comer y dónde no (II)

En el recorrido por los lugares en los que comer y no en Granada no pueden faltar La Antigualla, una cadena de bares cuyo mejor representante está en la celebérrima Calle Elvira, o Babel, en la misma calle.

De la primera resaltaré la abundancia de comida en cada tapa, aunque juega en su contra el precio un tanto elevado en comparación con los de la ya mencionada cadena de bares La Bella y la Bestia. De la segunda, su variada selección de platos y productos internacionales convertidos graciosamente en tapas.
En cuanto al precio, lo cierto es que no está nada mal si se lo compara con los del también mencionado local Las Escuelas, un lugar donde la calidad ha venido a menos hasta el punto de rozar la estafa tanto por lo que al servicio se refiere, digno de una película de gángsters, como por la pobreza de sus tapas y el elevado precio con el que exprimen al visitante.

Y si el visitante busca un poco de tranquilidad e intimidad en la arteria principal de Granada -y sí, es posible-, siempre puede acudir al restaurante Saint Germain, en la calle Postigo Velutti, `muy cerca de la catedral y al que se puede acceder a través de Gran Vía de Colón.

Y para disfrutar de una intimidad total a pocos metros del conocido barrio del Realejo y un ambiente tranquilo, bonito y elegante en el que degustar tapas deliciosas a base de productos de alta calidad que, acompañados por los vinos con los que cuenta esta "bodega" (así se traduce el nombre del local) harán las delicias del visitante, no puede uno dejar de ir al bar Jaraiz. Aunque el precio pueda parecer algo elevado, el servicio de calidad y unos mejores productos merecen el dinero invertido.
Muy cerca de este bar se ubican el Centro de Lenguas Modernas y algunos establecimientos como pataterías y pizzerías en los que comer algo a un precio excelente. Todo entre la Calle Pavaneras y la Calle de Santiago.

Todos los aquí nombrados, los ya mencionados, y los que aún están por llegar, harán que el viajero en Granada se sienta como en pocas ciudades de España y el mundo.

Y es que la antigua capital nazarí tiene mucho, pero mucho, que ofrecer al visitante que quiera compartir con ella los secretos que la ciudad encierra.

2 comentarios:

  1. Santa razón que tienes con lo de Las Escuelas, chico. xD. Se te he olvidado añadirles una virtud más: lo guarrete que se ve todo. O seré yo, vamos, pero en 1º de carrera (ay, parece que fuera ayer) no me sacaban de allí ni a tiros y ahora no iría ni atada LOL.

    Lloramos también la muerte del Potemkin, que ponía sushi der güeno a precios bastante razonables (baratos nunca, parece que lo hicieran con fugu o algo así xD).

    ¡Saludos! :)

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  2. Gracias por tu comentario, Ana. La verdad es que a mí también me dio por ir a Escuelas una temporada, pero terminé cansado de que atendieran mal (cuando me atendían).

    Nunca entré al Potemkin, pese a que pasaba por allí a menudo. Está al lado del CLM, ¿no?

    Bueno, un saludo.

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