Es un hecho, o tal vez me lo parece a mí, que la calidad de
los bares españoles ha descendido bastante arrastrada por esa importante
pérdida de las formas españolas en la cocina. España es un país en el que,
hasta hace bien poco, se podía comer mucho y a buen precio, y Granada no era
una excepción; antes bien, era la regla en sí misma dado el carácter
universitario de la ciudad.
Pero aún quedan lugares en los que comer y beber con los
amigos puede ser todo un placer. Hablo, por ejemplo, de bares como los de La
Bella y la Bestia, repartidos por Granada y de los que yo aconsejo
especialmente el del Paseo del Padre Manjón -más conocido como el Paseo de los
Tristes-, donde el servicio y la situación son inmejorables.
Por 2’20€ puede disfrutarse de una caña y una rica tapa. “Un
precio poco competitivo” pensará con razón el visitante, pero es que la tapa es
un plato en sí, compuesto por patatas fritas, un montadito y aceitunas o ensalada
de pasta. Y si se tiene en cuenta que eso es casi lo que te piden en bares
venidos a menos como Las Escuelas, frente al Jardín Botánico de la Facultad de
Derecho, por un tubo y una triste pizza, el viajero apreciará la enorme
cantidad de comida del primer local.
Otro magnífico lugar para comer es El Reventaero, cualquiera
de los dos bares está bien; aunque, por la situación y su cercanía con dos
importantes arterias de la ciudad, recomendaría el de la calle Gonzalo Gallas.
Y qué decir de los numerosos locales en los que disfrutar de
kebabs y shawarmas. Granada, como casi todas las grandes ciudades del mundo,
está llena de este tipo de establecimientos de los que resaltaré el King Kebab,
frente a Plaza Nueva, que viene muy bien por su increíble precio y su
situación, muy cerca del Paseo de los Tristes; y el Pollo Loco, por su cercanía
a la fiesta estudiantil, inexistente casi en verano.
Otro lugar donde tomar una caña y una tapa por tan solo
1’50€ es el bar La Plaza, en una de las esquinas de Plaza Bib-Rambla, uno de
los lugares más bonitos de Granada. El problema de este local es que tiene que
ponerse las pilas si quiere alcanzar el buen nivel de servicio que tenía hasta
el año pasado. Y es que hay que tener cuidado con las contrataciones.
Por último, esta primera entrada dedicada al estómago del
visitante tiene que recoger la magnífica labor de La Crêperie ubicada en la
Plaza de Derecho. Un lugar pequeño e íntimo, donde jamás suena mala música y
donde las cocineras hacen las mejores crepes de toda la ciudad.
Un paseo delicioso que, sin embargo, no termina aquí…
La plaza de la Universidad, junto al Jardín Botánico, es una de mis zonas favoritas de la ciudad por cosas como esas. Pelín pequeño el sitio, pero bueno, no se trata de eso. De todas formas, ¿ha desaparecido? Lo pregunto como una tonnnta, porque paso por allí con frecuencia, pero como muchas veces está cerrado hasta por la noche, no se fija una en él y ahora que han puesto varios locales nuevos allí me pregunto si cayó...
ResponderEliminar¡Saludos! :D
Hola Ana. Si te refieres a La Creperie, he de decirte que no cayó. Según me dijo una de las encargadas, cerraban en agosto por lo mal que había salido la jugada de abrir el año anterior.
ResponderEliminarSeguro que en septiembre vuelven a la carga.
Un saludo.
hola soy el crepero ) seguimos abiertos todos los dias ) ahora por la manñana estoy un poco mas y abro sobre las 14.00.
ResponderEliminarrecuerdo los horarios 7/7 17h00 23h30 )) un abrazo a todxs
Muchas gracias por la información. Allí estaremos cada vez que podamos.
ResponderEliminar¡Un saludo!