Sí, decid que me obsesionan los trenes. No os cortéis. Pero es que pocos medios de transporte hay en el mundo tan limpios y románticos como el ferrocarril. Ya hemos tenido la oportunidad de conocer algo sobre este medio en este mismo espacio, y hoy me he propuesto volver a la carga porque el tren vuelve a estar de actualidad tanto a un lado como a otro de los Pirineos.
Y, como pedisteis el verano pasado, queridos compañeros de viaje, la actualidad tiene que hacerse realidad en Por caminos y ciudades.
Pese a que el tren ha sido el protagonista estas semanas en España gracias a la nueva política de precios de RENFE, la entrada de hoy viene directamente desde el país del queso y el amor. Y es que Francia ha estrenado sus primeros vagones de alta velocidad low cost; es decir, a bajo coste. Una apuesta por la competitividad del ferrocarril galo frente a la alta velocidad china, de la que ya se habló también en este espacio.
Los billetes pueden comprarse desde el martes 19 de febrero de 2013 a partir de, nada más y nada menos, 10 euros; lo que convierte a este servicio en el más competitivo de Europa. Se eliminan, eso sí, el vagón cafetería y las comodidades de la clase Premium, pero merecerá la pena si se puede seguir disfrutando del medio a un precio igual o menor que los de las aerolíneas; aunque se calcula que empiece a ser rentable a partir de 2017, una vez reembolsados los diez millones de euros de inversión inicial. Estos nuevos vagones, llamados Ouigo, podrán dar cabida a un total de 1.268 pasajeros, un 20% más que los vagones "tradicionales" de alta velocidad francesa.
Entre los principales peros de este nuevo servicio se encuentran el hecho de que hará falta reservar con mucha antelación para poder obtener uno de esos 400.000 billetes a 10 euros, y, quizá lo peor, que la circulación es únicamente hacia el sur, entre Saint-Exupéry y Marsella -que estará de moda todo este año- y entre Marne-la-Vallée, Lyon y Montpellier.
Esta noticia está muy relacionada en el tiempo con la del abaratamiento de los precios por parte de RENFE y el anuncio de creación de una nueva línea de alta velocidad que ya une Francia y España. Parece que la SNCF, versión gala de la RENFE, está dispuesta a hacer del tren el nuevo motor del turismo y la economía en Europa.
Aunque no podemos saber todavía si el proyecto de una Europa fuerte a través del ferrocarril se hará realidad, sí sabemos que la sociedad francesa logró un beneficio neto de 383 millones de euros (+272 % respecto a 2011) y un volumen de negocios de 33.800 millones de euros (+3 %), pese al descenso de viajeros en tren, cifra que se situó alrededor de los 102 millones de pasajeros.
Esperemos que recorrer Europa en tren, especialmente para los españoles, sea por fin un sueño de fácil consecución. Y los europeos podamos mirar nuevamente al tren como el medio que nos definió.
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